En medio de los decorados de la obra 'Mucho ruido y pocas nueces' de William Shakespeare, el TNC organizó una velada dedicada a sus Mecenas.
Como cada año, el Teatro Nacional de Cataluña dedicó una jornada a aquellas personas y entidades que apoyan a la institución mediante la celebración de la Noche de los Mecenas del TNC. Este año, la Fundación Damm asistió representada por los patrones directores Ramon Agenjo y Ramon Armadàs, así como por el Director General de la compañía entonces, Enric Crous. El acto, que también contó con la presencia del resto de patrocinadores del TNC, estuvo presidido por el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras. El Consejero de Cultura, Santi Vila, así como otras personalidades del mundo del espectáculo tampoco faltaron a la cita.
Esta jornada fue muy especial, ya que aprovechando la ocasión que el TNC celebra 20 años y que la ESMUC hace 15, la directora polaca Wanda Pitrowska (alter ego de Xavier Albertí) volvió a subir al escenario de la sala Gran para reinterpretar con su batuta imprevisible la primera zarzuela en lengua catalana que se conserva, desenterrada de los archivos del Liceo y digitalizada en la Universidad autónoma de Barcelona por encargo del mismo Albertí que conocía la existencia. Desde que se estrenó a mitad del siglo XIX no se había vuelto a interpretar por qué se creía perdida.